CICLO C
MONICIÓN DE ENTRADA
Queridos hermanos. Nos reunimos en este cuarto domingo de Adviento ya en vísperas de la Navidad. Es el momento especial de avivar nuestra fe como José cuando es visitado por el ángel.
La liturgia de este día tiene un claro color mariano. Es como el preludio de la Natividad del Señor, que ya está cerca. El recuerdo de la Madre no interrumpe ciertamente el ritmo del Adviento ni la dinámica de la preparación a la Navidad, pues ella fue la que mejor vivió el Adviento y la Navidad y puede ayudarnos a vivir la Navidad con mayor profundidad desde nuestra fe.
Pidiendo la intercesión de la Madre de Dios para vivir mejor esta navidad, nos disponemos a iniciar la Santa Misa, de pie, cantando el canto de entrada…
LECTURAS
PRIMERA LECTURA: Isaías, en la primera lectura, nos recuerda la promesa mesiánica, "He aquí que la virgen concebirá y dará a luz a un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir, Dios con nosotros". Escuchemos.
SEGUNDA LECTURA: San Pablo en la segunda lectura, traza el perfil de Cristo y lo hace con un pequeño credo, Cristo es el anunciado por los profetas, nace de la descendencia de David y viene a ofrecer la salvación a todos. Escuchemos.
EVANGELIO: En el Evangelio se nos describe la anunciación del ángel a José. "No dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa..." José acepta el proyecto de Dios presente en el Salvador anunciado por los profetas. Escuchemos.
OFRENDAS: Queridos hermanos, con el Pan y el Vino ofrezcamos también nuestra vida. Todos cantamos la alegría de los bienes que el Señor nos permite utilizar en la vida cotidiana y que aquí son simbolizados en el pan y el vino
ORACIÓN UNIVERSAL
SAC.: Pidamos, hermanos, el auxilio del Señor, para que, apiadado del pobre y del oprimido, venga a salvar al mundo de sus males. A cada petición diremos:
TODOS: Manifiesta tu gloria, Señor.
SAC.: Señor Dios, que has mostrado la gratitud y la fuerza de tu amor eligiendo las entrañas purísimas de María para revestir de carne mortal a tu Hijo, escucha nuestras plegarias y haz que también nosotros sepamos acoger y engendrar espiritualmente a tu Verbo, escuchando tu palabra y obedeciendo a la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TODOS: Amén