CICLO C
MONICIÓN DE ENTRADA
Queridos hermanos, llegamos ya al Vigésimo Séptimo domingo del tiempo ordinario y nuevamente nos reunimos en la Casa de Dios para celebrar la Santa Eucaristía dominical, y así, a través de nuestra participación activa en el banquete de la palabra y el banquete eucarístico, acrecentar nuestra fe.
Hoy la Palabra de Dios nos anima a unirnos en oración con los discípulos y pedirle al Señor que aumente nuestra fe. Alentados por el Espíritu que nos ha congregado como una sola familia, cantemos alegremente para comenzar la celebración de estos sagrados misterios
LECTURAS
PRIMERA LECTURA: El profeta Habacuc le reclama a Dios los padecimientos que sufre por la misión que realiza. Dios le responde, escribe, es una visión que vez lejana, pero llegará sin falta, "el malvado sucumbirá sin remedio". Escuchemos.
SEGUNDA LECTURA: San Pablo le pide a Timoteo que se mantenga firme en el don que recibió de predicar el evangelio no obstante los sufrimientos; procura que tu predicación sea conforme a la sólida doctrina que recibiste de mi. Escuchemos.
EVANGELIO: Los apóstoles, en el evangelio de hoy, le pidieron al Señor que les aumentara la fe. La respuesta es desconcertante, "si tuvieran una dosis mínima de fe, harían cosas humanamente imposibles" Escuchemos
OFRENDAS: Con las ofrendas de Pan y Vino presentemos al Señor nuestra fe para que la aumente
ORACIÓN UNIVERSAL
SAC.: Elevemos, hermanos, nuestra plegaria al Señor con aquella confianza filial que el Espíritu Santo suscita en nuestros corazones. Oremos diciendo:
TODOS: Escúchanos, Señor, que confiamos en ti.
SAC.: Señor, Dios todopoderoso, dispuesto siempre a escucha las oraciones de los que tienen fe como un grano de mostaza, danos un corazón humilde, de tal forma que, después de hacer contribuido con nuestro esfuerzo al crecimiento de tu reino, reconozcamos que solo hemos hecho lo que teníamos que hacer y proclamemos con humildad las maravillas de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TODOS: Amén